Además de fomentar una cultura interna de emprendimiento, una de las claves para conseguir el éxito a corto plazo y la continuidad a largo, es la creación de un espacio seguro para la innovación y el emprendimiento.
Se puede conseguir mediante:
– destino de recursos financieros permanentes o ad-hoc: asegurar que siempre habrá recursos disponibles para nuevas iniciativas. Se puede estructurar de forma que genere cierta competencia entre las iniciativas, lo que contribuirá a incrementar el nivel de las mismas.
– destino de recursos humanos permanentes y localización concreta: asegurar que siempre habrá un equipo dedicado 100% a culturizar, a fomentar la participación, a captar, filtrar y gestionar las ideas e iniciativas, y en general a hacer de catalizador entre los trabajadores (quien propone) y la Dirección (quien aprueba)
La combinación del uso de estos recursos nos da lugar a los 4 modelos de cómo organizar el emprendimiento corporativo, que definieron Robert C. Wolcott y Michael J. Lippitz en su artículo “The Four Models of Corporate Entrepreneurship” de 2007, publicado en la revista del MIT Sloan.