En el modelo apuntamos como creemos que un profesional o directivo puede dar valor añadido, ser transformador y tener impacto.
Pero no podemos pensar que nosotros o nuestras organizaciones están separadas del amplio entorno social y ecológico en el que vivimos y operamos, y que las empresas se gestionan por reglas de certidumbre. Ni que el exclusivo propósito de cada uno de nosotros es ganar mucho dinero. O que el principal propósito de nuestras organizaciones es alcanzar crecimiento y el mayor valor para el accionista a través del control y dirección de líderes “superstars”.
Dicho modelo debe ayudar a tomar decisiones considerando también una visión a largo plazo del impacto que las soluciones o acciones que implementamos tienen en el mundo, sus sociedades y organizaciones. De esta forma nos comprometemos a crear y mejorar el futuro de nuestras empresas pero también de la sociedad en general, en beneficio de las siguientes generaciones y supervivencia del ser humano.
Este modelo integra dejar tu huella en el mundo y liderazgo, pero tomando como centro a nosotros, como líderes, bajo el enfoque de lo que podemos hacer como ciudadanos y profesionales desde nuestros puestos de trabajo. El modelo contempla que el liderazgo deja tu huella se puede alcanzar teniendo en cuenta en nuestras decisiones y acciones en cuatro dimensiones.
En el centro del modelo se sitúa la dimensión personal, ya que antes de preocuparnos de esas otras dimensiones creemos que debemos empezar por preocuparnos por nuestra propia sostenibilidad y asegurar nuestra calidad y que damos en cada momento la mejor versión de cada uno de nosotros.
La dimensión profesional/empresarial se centra en prácticar la innovación y el emprendimiento corporativo, promoviendo la excelencia profesional y empresarial, y manteniendo los más altos estándares de ética para ayudar a construir empresas sostenibles.
La dimensión social conlleva tener presente las consecuencias sociales de nuestra actividad a todos los niveles: trabajadores, proveedores, clientes, comunidades locales, y la sociedad en general. La dimensión medioambiental representa la compatibilidad entre la actividad personal, profesional y empresarial y la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas. Y lo que podemos hacer también innovando y emprendiendo en dichas dimensiones.
Debido a dichas interconexiones, sólo dejaremos nuestra huella si desarrollamos nuestro liderazgo de forma integral, contemplando nuestro impacto y posibilidad de influencia en todas esas dimensiones, con ese objetivo final de dejar nuestra huella y legado.
Cuanto más estructurado y más desarrollado esté dicho modelo en un líder y cuanto más lo traslade este a su empresa, incluso con la formalización de un modelo y metodologías que den forma a las diferentes dimensiones, será más fácil que dicho marco ayude al resto de la organización en su trabajo, iniciativas o toma de decisiones, y hará que sea más fácil que suceda el Liderazgo Crea Futuro. La aparición de un movimiento continuo de Liderazgo Crea Futuro en uno mismo, dentro de una empresa u organización, no es algo fruto de la casualidad, tiene que se premeditado para tener éxito.