Es necesario que alguién dedique tiempo de forma permanente a desarrollar una cultura de emprendimiento corporativo en una organización, y a lanzar y desarrollar diferentes programas o acciones relacionadas con el emprendimiento corporativo para potenciar la innovación y convertirla en motor de crecimiento. Tanto la innovación incremental como la más disruptiva, y en todo: en productos y servicios, en procesos, a nivel financiero, a nivel de marketing, en el modelo de negocio, etc.
Puede ayudar a ello crear un departamento de innovación cuyos componentes actúen como catalizadores, mentores o facilitadores de los programas y acciones de intraemprendimiento a todos los empleados de la organización. Dependiendo del tamaño de la empresa, dicho «departamento» puede ser una persona, un equipo de personas, puede estar externalizada dicha función, o la puede desarrollar alguién de la organización como parte de otras funciones que ya desarrolla.
Si queremos lanzar además un mensaje potente a la organización de la importancia que tiene la innovación, ayudaría a que dicha nueva figura de Director de Innovación formase parte del Comité de Dirección.