
Según el libro de Alf Rehn, para realmente innovar las compañías deben reconectarse con su propósito. Tienen que apuntar a hacer un cambio impactante y real, que inspire un sentido más amplio de propósito en sus empleados.
Es el ejemplo de la empresa alemana llamada Anti-germ. Actualmente es una compañía líder en el negocio culinario. Provee de desinfectantes, detergentes, y otros servicios para la industria de la alimentación y bebidas. La compañía creó un producto revolucionario que llamó Aquatabs. Es una solución a través de tabletas disolventes que hace potable el agua en países donde hay mucha agua contaminada. Con ello consiguen salvar muchas vidas de personas que beben dicho agua que provoca enfermedades mortales.
La inversión que esta empresa realizó en Aquatabs fue un gesto con el que Anti-germ comunicó que su compañía era más que un desinfectante. Esto es lo que consiguió transmitir: que sus productos no sólo son líderes en la industria de alimentación y bebidas sino que además salvan vidas.
Este sentido de propósito profundo es a donde es recomendable apuntar para innovar y crear una cultura sana de innovación.