La innovación y emprendimiento interno tienen que formar parte de la estrategia y objetivos de la empresa. Para poder cuantificarlos y compararlos, los tenemos que poder medir.
Podemos utilizar diferentes métricas para medir y ver la evolución de la emprendedora interna, por ejemplo:
– número de personas diferentes que proponen ideas o iniciativas
– número de ideas o iniciativas propuestas
– número de conceptos (ideas desarrolladas) que se han generado
– número de proyectos (conceptos desarrollados) que se han generado
Podemos medir el grado de innovación de la empresa por métricas asociadas a ventas o costes, por ejemplo:
– que % de ventas representan los productos lanzados en los últimos 5 años
– que % de ventas previstas representarán los proyectos que hoy estoy desarrollando
– que % de ahorro me han generado los proyectos lanzados en los últimos 5 años
– que % de ahorro me generarán los proyectos que hoy estoy desarrollando
Estos indicadores son tangibles y los podemos medir y comparar con facilidad. Igual de importantes son los indicadores intangibles que nos miden por ejemplo el grado de evolución de la cultura interna de emprendimiento. Aunque sean más difíciles de medir, hemos de poder ver su evolución, porque su mejora nos permitirá mejorar los resultados del intraemprendimiento.